LA HISTORIA DE LOS COSMÉTICOS
El simple hecho de lavarse
la cara o el pelo, maquillarse, aplicarse un desodorante o teñirse el pelo se
puede convertir en un atentado contra la salud. Y es que buena parte de la
industria cosmética utiliza aún como ingredientes de sus geles, jabones,
perfumes, champús, maquillajes, desodorantes, productos para bebés,
dentífricos, espumas de afeitar, etc., sustancias tóxicas capaces de provocar
un sinfín de trastornos más o menos graves, cáncer incluido. Una realidad
consentida por las autoridades de todo el mundo.
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