PRIMERA
REUNIÓN DE
LA ASAMBLEA
NACIONAL POPULAR
(Martes,
15 de septiembre de 2015.
Parque
de El Arbolito. Quito.)
Por
Xavier Silva Cárdenas
Dieron las 2 de
la tarde.
Ahí estaban. Al inicio, poc+s. Muy poc+s.
Decenas de sillas brillaban por lo blancas y por lo vacías.
Podía contarse a la gente con los dedos de
ambas manos.
¡Parecía no pasar nada!
Mis expectativas terminaron mordiendo ripio tras autoimponerme una representación macabra: imaginé al caudillo acomodándose satisfecho en su madriguera; con las uñas trituraba otra cucaracha mientras esbozaba esa clásica sonrisita ladeada. Desdicha de muchos, fortuna de pocos, pensé. ¡En tu delirio sabatinero, ya has de ir a decir que sólo estuvimos 4!, me dije.
Pero el panorama fue cambiando. ¡En buena
hora fue cambiando! L+s convocad+s empezaron a llegar... ¡Ay!... ¡Ese suspenso a
la ecuatoriana me va a regalar un infarto!
…Y unos, de a terno como para domingo,… y
otras con sus anacos pulcros,… y el pañuelo rodeando la cabeza de la negra,… y
l+s jovencit+s con su desparpajo,… y los clase media que se juntan,… y por ahí
otros más desengañados,… y, ¡claro!,… l+s de la SENAIN con su aquí puse pero no aparece… En fin… ¡Comenzó
la fiesta!... Lo desesperanzador del comienzo quedó para la anécdota. Pude
calcular poco más de 150 gentes… ¡Suficientes para un calentamiento!
Al cobijo de la tarde quiteña, o sea
aguantando viento y sol veraniegos, se conformaron 6 mesas de trabajo que, en
seguida, se ocuparon de lo suyo:
1. Enmiendas constitucionales;
2. Plataforma
unitaria de lucha;
3. Corrupción en el aparato estatal;
4. Criminalización de
la lucha social;
5. Estado plurinacional, intercultural y multiétnico;
6.
Crisis económica.
Entre otras resoluciones importantes, l+s asambleístas
populares destacaron que:
- En caso de que, en
diciembre, resultaran ratificadas las “enmiendas” propuestas por el gobierno, la
Asamblea Nacional Popular debe exigir
el llamado inmediato a Consulta para que seamos tod+s l+s ecuatorian+s quienes
decidamos en las urnas si se aprueba o no tal decisión;
- Debemos organizar Asambleas Populares en todo el país;
- Debemos sancionar el grave nivel de endeudamiento del Estado. Debemos exigir la investigación de todos
los involucrados en la adquisición de la deuda externa de los últimos años,
misma que da indicios de que el gobierno en funciones constituye una de las
administraciones más corruptas que ha tenido este país;
- Debemos crear un comité de solidaridad con l+s apresad+s en las
últimas jornadas para respaldar a sus familias en lo sicológico, económico y
jurídico;
- Debemos concentrarnos en descolonizar la estructura del Estado para
derribar el modelo capitalista y, tras un estudio profundo de nuestra realidad,
promover la autodeterminación de los pueblos a partir de un modelo de vida comunitario;
- Debemos conseguir que la crisis sea pagada por los grupos poderosos
que se han beneficiado con el modelo económico en auge. Debemos rechazar, por tanto, la implementación de todo tipo de impuestos
para las clases populares y para la clase media.
Con el goce del buen sabor de este abrebocas en el debate popular, cada cual retornó a su casa para seguir pensando y haciendo lo que debemos.
Lo que debemos pensar y
hacer por nuestra Tierra, por l+s nuestr+s y por nosotr+s mism+s. Lo que debemos cuando asumimos con responsabilidad
nuestras palabras, que son otra forma de accionar; pero un accionar inconcluso sólo
hasta cuando encarna, de veras, en la práctica cotidiana. Debemos desarrollar, por ejemplo, en ese devenir diario, nuestra capacidad para transformar las carencias en abundancias.
En la realidad, el tan mentado debemos, jamás compuso la
redacción original de esas resoluciones. Para tales casos, la costumbre siempre recurre
al verbo transitivo (exigir, organizar, sancionar,…) sin ser antecedido por la conjugación del deber en primera persona del plural. En esta ocasión, el debemos
es, solamente, parte de un aporte personal de quien firma este artículo.
Pero quizá,… tal vez quizá,… ya vaya
siendo hora de incluirlo en nuestras reuniones y proclamas para que lo acordado
o lo resuelto se abrace a sujet+s determinad+s, y deje de andar vagabundeando a
la buena del señor; y para que si, al final de cada jornada, hemos escurrido el bulto sin cumplir con lo que debemos, una factura de fuego inquiete nuestro sueño, y cuestione, minuto a minuto, la conciencia colectiva.
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