TESIS 11

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¡ Comunicar es transformar !

martes, 29 de septiembre de 2015

VÍDEO: La historia de las cosas.



LA HISTORIA DE LAS COSAS


     Desde su extracción, su producción, a través de la venta, uso y disposición, todas las cosas en nuestras vidas afectan a las comunidades en el país y en el extranjero; sin embargo, la mayor parte de esto se oculta a la vista. LA HISTORIA DE LAS COSAS expone las conexiones entre un gran número de problemas ambientales y sociales, y nos llama a crear unidos un mundo más sostenible y justo. Este vídeo divertido te enseñará algo nuevo: que sólo podremos crear un mundo mejor cambiando nuestra manera de ver las cosas.


Versión doblada al castellano






Versión original en inglés con subtítulos en castellano






miércoles, 23 de septiembre de 2015

MUNDO: El "Plan Yakarta" y sus efectos en Latinoamérica.


A cincuenta años del baño de sangre anticomunista en Indonesia (1965)

EL "PLAN YAKARTA" Y SUS EFECTOS EN LATINOAMÉRICA


Por Alberto Rojas Andrade




  
     Fue una mortífera confabulación la cual podría ser definida de manera sucinta, como un complot para el derrocamiento del popular presidente de Indonesia, Ahmed Sukarno y el exterminio físico de sus principales aliados; un pogromo cuidadosamente concebido desde los tecnocráticamente despiadados tanques de ideas estadounidenses, agencias de espionaje como la CIA y naturalmente en estos asuntos, el Pentágono[1]. Esta no bien esclarecida matanza perpetrada en octubre del año de 1965, catalogada como uno de los mayores crímenes masivos del siglo XX, resultó en millones de muertos, centenares de miles de encarcelados, torturados, vejados y en el establecimiento de una feroz, corrupta y longeva dictadura militar.
     El origen inmediato de tan luctuosos hechos fue la instrucción en los denominados "contingency, planning" to prevent a PKI take over (“planes de contingencia”, para prevenir una toma de poder del Partido Comunista de Indonesia PKI), financiados por la Fundación Ford[2], a la par de conspiraciones de la dirección de la CIA en Washington, todos ellos buscando a la vez la eliminación física del Presidente Sukarno y del PKI, por entonces el partido comunista más fuerte del mundo en una nación fuera de la llamada “Cortina de Hierro”, con unos tres millones de miembros, unos diez y siete de base de apoyo y un pasado intensamente anticolonialista, en una nación hasta 1945 bajo dominio holandés luego de tres siglos y medio de sometimiento a vasallaje.
     Concretamente el ‘Plan Yakarta’ fue llevado a la práctica a partir del 1 de octubre de 1965, con el pretexto de sofocar un supuesto ‘golpe de estado comunista’, el cual condujo al castigo ‘espontáneo’ de masas ‘incontroladas’; todo ello acreditado con pruebas desvirtuadas posteriormente. El ominoso general Suharto y su grupo de militares reaccionarios, controló todos los hilos de la trama, deshaciéndose de mandos superiores leales al presidente Sukarno (fueron asesinados seis generales) y a la vez neutralizando a este en prácticamente todos sus poderes de Jefe de Estado y de gobierno[3]. Al cabo de unas pocas semanas se había instaurado una cruelísima dictadura militar que duró más de 30 años desarrollando con lujo de detalles el papel de aguerrida defensora del capital extranjero.
     Las operaciones de propaganda intensiva en el plan estuvieron al orden del día:
“Los periódicos del ejército se dedicaron a difundir historias espeluznantes del asesinato de los jefes del ejército, alegando que sus cuerpos habían sido mutilados antes y después de sus muertes. Estas historias incluyen especulativas acusaciones de extracciones de los ojos y los genitales realizadas por miembros del Movimiento de Mujeres de Indonesia (Gerwani), organización afiliada estrechamente con el PKI. Otros elementos claves de la campaña de propaganda del ejército de octubre 1965, fue el énfasis en el asesinato de la hija del general Nasution (su funeral fue la chispa que desató la violencia contra el PKI), y la elevación de los generales asesinados a la categoría de 'Héroes de la Revolución'. El objetivo de la campaña de propaganda fue el inflamar la opinión pública contra el PKI, dejando así al presidente Sukarno sin un aliado importante”[4].



Presidente Ahmed Sukarno

     Con el fin de hacer más extensiva, aparecer como no premeditada la masacre y ser percibida como no relacionada con el gobierno, a los asesinatos masivos fueron vinculados grupos armados afiliados a religiones como Nahdlatul Ulama (UN) de carácter islámico, o el mismo Partido Católico y sus jóvenes del Mahasiswa Katolik Republik Indonesia (PMKRI), así como otras milicias no confesionales[5], constituyendo verdaderos destacamentos paramilitares de todas las tendencias derechistas por toda Indonesia.
     En un ambiente de crisis económica, las víctimas de la matanza por su parte constituían un amplio abanico de combativas organizaciones sociales de base como el Barisan Tani Indonesia (BTI –Sindicato Indonesio de Agricultores), el Sindicato de Trabajadores de Indonesia (SOBSI), Lembaga Kebudayaan Rakyat Indonesia (Lekra - Instituto de Cultura Popular de Indonesia), Gerwani (Movimiento de Mujeres Indonesias) y la organización juvenil Pemuda Rakyat (Juventud del Pueblo). Los miembros de estos movimientos comparten por estos años una extensa agenda política nacionalista con el PKI[6]. Es evidente la intensión directa de extinguir físicamente los elementos que pudieran articular un frente de unidad de acción en los sectores más oprimidos de Indonesia.
     Inicialmente el Presidente Sukarno por su carácter de líder patriarcal del país no fue tocado, manteniendo su criterio independiente; inclusive este se negó a proscribir legalmente al PKI, hasta su arresto en 1967.
     Ya en la perpetración de los crímenes, los miembros del PKI y sus organizaciones afiliadas que figuraban en listas especiales, en ocasiones fueron conducidos por miembros de las fuerzas armadas o de los contingentes paramilitares religiosos y demás para su interrogatorio, a menudo bajo tortura. También por lo general estuvieron detenidos inicialmente en prisiones temporales y posteriormente llevados a lugares boscosos para ser asesinados con cuchillos, palos, bayonetas, armas de fuego o golpeados hasta la muerte. Sus cuerpos terminaron arrojados en fosas comunes. En otros casos, los cadáveres fueron tirados al mar, en cuevas, ríos principales, en calles transitadas o mutilados y colgados para su exhibición pública como una forma adicional de terror generalizado[7]. Ninguna atrocidad fue escatimada.
     Las estimaciones sobre el número total de personas muertas en esta masacre continuada por varios años, oscilan entre quinientos mil y dos millones; empero, signos inequívocos de su mortífera enormidad fueron registrados, como el que en Java oriental y en el norte de Sumatra el olor a carne descompuesta invadió el aire y los ríos resultaron imposibles de atravesar por la aglomeración de cuerpos humanos[8], lo cual nos puede dar una idea del tipo de monstruosidades a las que nos referimos, las cuales incluían por supuesto a mujeres y niños.




     Como si fuera poco, de entre 600 y 750 mil personas resultaron encarceladas por periodos que iban entre uno y treinta años, para lo cual fueron ‘habilitados’ cientos de centros de confinamiento por todo el archipiélago indonesio, llegándose a instituir una especie de trabajo esclavo; en los reclusorios incontables personas murieron de desnutrición y enfermedades no tratadas[9]. Otros, los más ‘afortunados’, subsistieron detenidos cerca de casa, donde sus familias les podrían proporcionar alimentos siendo liberados hacia el año 1972. Una vez puestos en libertad enfrentaron rígidas restricciones para obtener empleo, se debían someter a un registro obligatorio y a la vigilancia permanente de las autoridades locales y la pérdida de derechos políticos. Hubo una constante estigmatización en familias enteras a causa de que por lo menos uno de sus integrantes fuera miembro del PKI o de grupos aliados; incluso los agentes gubernamentales se apoderaron de las esposas (una práctica local de guerra), de quienes figuraron en los listados[10]. Toda garantía penal resultó transgredida para los sobrevivientes. Ni un solo acusado resultó inocente en los ‘procesos judiciales’[11].
     El periódico The New York Times haciendo gala del periodismo más belitre posible (es imposible el desconocimiento de la magnitud del crimen), catalogó la gigantesca matanza y castigo prolongado a los sobrevivientes como ‘un destello de luz en Asia’ y de ‘Las mejores noticias de Asia para occidente desde hace mucho tiempo’[12]. (!)




     En medio de todo este pavoroso panorama, salta a la vista la construcción detallada y cuidadosamente dirigida de un ‘enemigo interno’, al cual odiar con la ferocidad en los escenarios de represión donde opera la DSN.
     Así mismo, se erigió una violenta redistribución a gran escala de propiedades, ‘legalizada’ en 1975 con un decreto de la dictadura atribuyendo los bienes del PKI al estado, o sea a la camarilla militar[13]. Esta con el fin de enriquecerse sin ningún recato actuó como una banda de delincuentes mafiosos, por la vía de comisiones o de ‘empresas conjuntas, etc.[14]’ (suena conocido).
     Aquí salta a la vista el que dicho plan haya centrado su atención en el exterminio físico de personas notables, líderes, dirigentes, con profesiones de algún conocimiento social, etc., con el propósito de devastar el partido tenido como bestia a extirpar de la faz de la tierra, en la forma aprovechable de listados de nombres recopilados desde 1962, de personas tenidas como enemigas internas y sus colaboradores y simpatizantes, entregados a los verdugos indonesios por parte de la CIA bajo la dirección del posterior jefe de este ente, William Colby[15].
     Los listados con nombres de seres humanos a ejecutar y/o torturar por los métodos relatados, fueron suministrados por el gobierno de EE.UU. a específicos funcionarios protagonistas del verdadero golpe contra el presidente Sukarno:
     “Las listas fueron entregadas por partes, dijo Martens, las encabezaban los mandos superiores de la organización comunista. Se suministraron miles de nombres a un emisario indonesio durante varios meses. El delegado receptor era un ayudante de Adam Malik, ministro del gobierno indonesio quien fue un aliado de Suharto en el ataque a los comunistas”[16].


General Suharto


     El jefe de la estación de la CIA en Yakarta, Joseph Lazarsky, reveló que todo había sido coordinado desde la mismísima oficina en Langley, por tanto recopilado con minuciosidad que superaba a lo perpetrado por el mismísimo servicio de espionaje local[17]. Como es de esperarse en estos casos, la embajada de Washington en Indonesia negó tener información sobre tan cruenta operación[18]: la consabida apelación a la cínica negación plausible. En el momento del golpe de estado ejecutado y la subsecuente matanza brutal, el presidente de EE.UU. era Lindon B. Johnson y su Secretario de Defensa Robert McNamara, estando comprometidos ya en la Guerra de Vietnam (1955-1975), no muy lejos de Indonesia, con las consecuencias devastadoras ya conocidas.
     El infausto conjunto de crímenes estuvo apoyado materialmente a través del suministro de fondos por parte de la CIA a fin de pagar matones locales, sobornos a militares, ‘ayuda’ militar, ‘consejeros’, etc., junto con la ‘sugerencia’ de la instauración semi legal de destacamentos paramilitares de matanza, procediendo con prolijidad y entrenamiento provistos por la potencia[19]; también armas de corto alcance fueron suministradas por el ejército de Estados Unidos[20]. Los objetivos estaban predefinidos y los medios para tan siniestros fines estuvieron acordes.
     El marco general de tan lamentables acontecimientos en el campo ideológico lo constituyó una versión para esta nación de islas de lo que en América Latina se llamó Doctrina de la Seguridad Nacional (DSN) establecida en Indonesia como Doctrina de la Guerra Territorial. Específicamente establecida para ese entonces bajo la forma de ‘acciones cívicas’[21]. En los años sesenta el enemigo irreconciliable determinado por el gobierno de EE.UU. enfrascado en la ‘Guerra Fría’, se erigía en lo que este denominaba ‘el comunismo’. En otras palabras, cualquier forma de nacionalismo. Washington tutelaba (y tutela) el aparato militar indonesio.
     Con el tiempo algunos verdugos han hablado. Un funcionario estadounidense estrechamente involucrado en los hechos diría posteriormente con notoria desvergüenza: "Probablemente he matado a un montón de gente, y posiblemente tengo mucha sangre en mis manos, pero eso no es del todo malo. Hay un momento en el que tienes que golpear duro y en un momento decisivo.[22]"


Suharto y Nixon en la Casa Blanca


     Casi treinta años después, luego del derrocamiento de Sukarto (1998), en 2004 se da impulso a una Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) que abarca los asesinatos de 1965-1966, no obstante, en 2006 la idea fue abandonada por presiones gubernamentales. Recientemente encuentros de las víctimas de esta purga anticomunista de los años sesenta, con conferencistas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y del Instituto para la Protección de Testigos y Víctimas, han sido hostigados vehementemente por grupos violentos (paramilitares) en Sumatra Occidental y Java Central. El anticomunismo patrocinado gubernamentalmente se encuentra vigente aún en Indonesia, máxime si se tiene en cuenta un decreto parlamentario de 1966 en el cual proscribe al Partido Comunista Indonesio y al marxismo-leninismo, poseyendo a la fecha fuerza de ley; paradójicamente la literatura de izquierda y del PKI se vende libremente en el país por estos días[23]. Tal vez se considera inocua.
     Contemporáneamente Indonesia se destaca por ser uno de los ‘paraísos’ asiáticos de la explotación transnacional del trabajo y los recursos naturales por parte del capital. Los salarios a los afortunados que trabajan no alcanzan para el sostenimiento de un ser humano, los indicadores de salubridad e infraestructura son mediocres, la pobreza es extendida y la desigualdad se profundiza; a la sazón, las tasas de mortalidad infantil son altísimas, etc.[24] El Plan Yakarta ha generado hasta estos tiempos la ausencia de organizadas y efectivas luchas sociales, dejando prolongados y desoladores efectos en la sociedad, aún en términos economicistas: “Pese al desarrollo, el PIB per cápita es inferior al de países como Marruecos, Bolivia o Egipto, aunque, gracias a su demografía, su potencial económico es similar al de Turquía o Irán.[25]”
     En consonancia con lo anterior, las desapariciones forzosas, la tortura, los malos tratos aberrantes, etc., son usuales en la Indonesia contemporánea, especialmente contra quienes reivindican alguna autonomía local, reclaman un derecho conculcado, protestan ante la operación inadecuada de una gran empresa, o acaso aquellos que por exigir la aparición con vida de alguien retenido por las fuerzas armadas son tiroteados[26]. La libertad de expresión y religiosa en un clima de tales características resulta en mero enunciado. Aquí una muestra precisa del presente de Indonesia en el campó de los Derechos Humanos:
“A Titus Simanjuntak los militares lo desnudaron, lo golpearon y a continuación, mientras lo pisoteaban, lo obligaron a lamer las manchas de su propia sangre que caían al suelo…[27]”
     En pasados días Christine Legarde Directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) decía sin pestañear al visitar Yakarta:
“El mundo necesita economías como la de Indonesia a fin de establecer, forjar y activar nuevas formas de cooperación global. Unas que reflejen cambios en curso del paisaje global, donde economías dinámicas como Indonesia tienen su lugar legítimo”[28].
     Ese “lugar legítimo” en el casino económico mundial, ha costado y sigue costando al pueblo indonesio, literalmente, sangre.


Efectos en Latinoamérica



Videla (Argentina) y Pinochet (Chile)


     Debido a su ‘éxito’[29], como forma de derrocar gobiernos adversos, el Plan Yakarta se instituyó como modelo de desestabilización a usar en otros continentes por parte de los entes correspondientes en EE.UU.; eso fue en muchos aspectos lo ocurrido en el derrocamiento y muerte del Presidente constitucional de Chile Salvador Allende (septiembre 11 de 1973), con sus respectivas listas de ‘enemigos’ entregadas a militares chilenos por parte de la CIA, hasta su generalización y perfeccionamiento, en los selectivos ‘blancos’ de los despiadados ‘escuadrones de la muerte’ en toda América Latina.
     En Chile este arquetipo indonesio de programa de trato a reales o imaginarios oponentes, fue adoptado de forma inequívoca. Como en Indonesia, la CIA, elaboró un documento que supuestamente constituía prueba de la existencia de un complot izquierdista para asesinar oficiales chilenos (falso naturalmente), apoyado obviamente, en la prensa reaccionaria; poco antes del 11 de septiembre de 1973 centenares de líderes izquierdistas recibieron una tarjeta que rezaba “Yakarta se acerca”, así como este mismo lema era pintado en rojo por las calles de Santiago[30], sin duda en aplicación de cuidadosas operaciones psicológicas de aquella agencia.
     Otros ecos nítidos de este crimen colectivo arriban así mismo al otro lado de los Andes en los años setenta. En la Argentina al ultraderechista José López Rega, mano derecha del Presidente Juan Domingo Perón en su tercer mandato (1973-1974) y de su esposa quien le sustituyó María Estela Martínez de Perón (1974-1976), en calidad de Ministro de Bienestar Social y secretario privado de los dos (era el poder supremo de facto), le fue entregado un denominado ‘Plan Yakarta’ por un agente cipayo en Guatemala del gobierno de EE.UU., el cruel coronel Máximo Zepeda Martínez, líder de bandas paramilitares en su país y cercano al embajador de la Casa Blanca en Buenos Aires, Robert Hill. El retorno de Perón luego de 18 años de exilio, se dio con base en que este instalado en el poder en la Argentina sería, a los ojos del gobierno de Washington, una eficaz barrera contra la propagación en América Latina del comunismo, de conformidad con el pensamiento del gobierno de Washington[31].
     El mencionado plan establecía los criterios para la selección de los nombres que contendrían las listas de personas a matar por parte de la organización Triple A, la cual como cuerpo de exterminio estaba basado esquemáticamente en el paramilitar Somatén visto en España por Perón en su exilio, al cual sin embargo, le fueron acondicionadas técnicas de castigo de estirpe pentagonal como la práctica sistemática y escenificada del asesinato ostentoso, la violación, tortura seguida de muerte con exhibición de cuerpos, voladura de sedes políticas, etc., a fin de sembrar el terror generalizado.
     Las víctimas eran personas dentro de un amplísimo concepto, simpatizantes y actuantes en favor de alguna forma reivindicativa de derechos y libertades; las listas negras difundidas públicamente por la Triple A perendían provocar inicialmente una dispersión del cuerpo político que se pretendía eliminar. Con ello se atacaron directamente entre 1973 y 1976 con cuerpos armados irregulares sectores obreros, intelectuales, estudiantiles, docentes, artistas, políticos, sindicalistas y hasta algún clérigo. Se dice que López Rega (llamado ‘el brujo’), tomando conocimiento de los por menores del ‘Plan Yakarta’, le dijo a Zepeda: "pero acá en Argentina no tendremos que matar a un millón como en Indonesia, ¡acá con 10 mil muertos se soluciona el problema!"[32]. Más de mil personas fueron asesinadas, con base en estos listados y las causas contra los perpetradores sobrevivientes continúan[33].
     Desgraciadamente los centros de contrainsurgencia pentagonal y asociados, guardan un acerbo de experiencias en la materia, las cuales van adaptando para ser utilizadas en otras zonas donde estiman que puede haber alguna clase de amenazas al dominio de EE.UU.
     Tan aviesa lógica pormenorizada de muerte y terror, desdicha de muchas sociedades, aún tiene vigencia en algunas mentes intoxicadas con la doctrina y aplicación de políticas “contrainsurgentes” acondicionadas al presente, respaldando el modelo de marginación masiva neoliberal controlado por el capital financiero.
     El pogromo de 1965 y posteriores años en Indonesia y sus secuelas en América Latina, de las cuales sólo citamos dos, habiéndolas padecido todo el continente, nos recuerdan cuan perversos alcances puede tener un imperio, en su desvarío por mantener su supremacía. Dicha obsesión desafortunadamente no ha cesado en el siglo XXI y la sangre no ha cesado de correr.


Notas

[1] U.S., Congress, Senate, Select Committee to Study Governmental Operations with Respect to Intelligence Activities. "Alleged Assassination Plots Involving Foreign Leaders," 94th Cong., 1st Sess., 1975 (Senate Report No. 94-465), p. 4n; personal communications; También Indonesia, 22 (October 1976), p. 164 (CIA Memo of March 27, 1961, Appendix A, p. 8); cf. Powers, The Man, p. 89.
[2]Ransom, "Ford Country," pp. 101-2, quoting Willis G. Ethel; cited in Scott, "Exporting," p. 235.
[3] Para más detalles del intrincado complot ver a Benedict Anderson. Petrus Dadi Ratus. New Left Review 3 May-june 2000.http://newleftreview.org/II/3/benedict-anderson-petrus-dadi-ratu. Y Peter Dale Scott. Pacific Affairs, 58, Summer 1985, pages 239-264.http://www.namebase.org/scott.html
[4]Katharine E. McGregor. Los Asesinatos en Indonesia de 1965-1966, Enciclopedia en línea de violencia masiva, [en línea], publicado el 4 de agosto de 2009, entrada 19 de marzo de 2015, URL: http://www.massviolence.org/The-Indonesian -Killings-de-1965-1966, ISSN 1961-9898 
[5]McGregor. Ibídem.
[6]McGregor. Ibídem.
[7]McGregor. Ibídem.
[8] Malcolm Caldwell. Lest we forget.En Remaking Asia. Pantheon 1973.Citado por Noam Chomsky y Edward S. Herman. Washington y el Fascismo en el Tercer Mundo. Siglo XXI Editores. México 1979. Pág. 287
[9] Chomsky y Herman. Pág. 288.
[10]McGregor. Ibídem.
[11] Chomsky y Herman. Ibídem.
[13] Vanessa Hearman. El Anticomunismo Violento Sigue Vigente y Activo en Indonesia. Rappler/Sinpermiso. Marzo 15 de 2015.http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=7816Traducción para www.sinpermiso.info: Víctor FeliuJornet.
[14] Chomsky y Herman. Pág. 291.
[15]Kathy Kadane. Ex-agents say CIA compiled death lists for Indonesians. After 25 years, Americans speak of their role in exterminating Communist Party., States News Service, 1990. http://www.namebase.org/kadane.html
[16]Kadame. Ibídem.
[17]Kadame. Ibídem.
[18]Kadane. Ibídem.
[19]Paul Labarique. La Cia Brinda Instrucción Militar. 1965: indonesia, laboratorio de la contrainsurgencia. Redvoltaire. Junio 30 2005.http://www.voltairenet.org/article126196.html
[20]Kadame. Ibídem.
[21] Scott. Pág. 239-264.
[22] Robert Martens. Funcionario de la embajada y la CIA en Yakarta en la época. Kadane. Ibídem.
[23] Hearman. Ibídem.
[24] Sandra Siagian. Indonesia está Lejos de Cerrar la Brecha entre Ricos y Pobres. Inter PressService. Mayo 14 de 2015.http://www.ipsnoticias.net/2015/05/indonesia-esta-lejos-de-cerrar-la-brecha-entre-ricos-y-pobres/
[25] Higinio Polo. Viejo Topo. Indonesia. Matar Comunistas. Rebelión. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=176467
[26] Amnistía Internacional. Situación de los Derechos Humanos en el Mundo. Informe 2014-15. Madrid 2015. Pág 225 ss.
[27] Amnistía Internacional. Pág 226
[29] “La agencia (CIA) estaba muy orgullosa de su éxito y lo recomendó en futuras operaciones.”McGehee, "The C.I.A.," p. 424.
[30] Fred Landis. “Psycological Warfare in Chile: The CIA makes Headlines. Liberation, marzo-abril de 1975. Citado por Chomsky y Herman. Pág. 284.
[31] Marcelo Larracuy. López Rega, el Peronismo y la Triple A. Aguilar. Buenos Aires 2011. Pág. 235
[32] Norberto Galasso. Perón, Exilio, Resistencia, Retorno y Muerte. 1955-1974. Tomo II. Colihue 2005. Pág. 1278.
[33]Los Crímenes de la Triple A. Página 12. Septiembre 12 de 2014. http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-255128-2014-09-12.html


lunes, 21 de septiembre de 2015

LA GUARIDA DEL BÚHO: La SECOM y su padrastro.


 LA SECOM Y SU PADRASTRO
    

Por Hugo Palacios (El Búho)


     


     Querido nieto:
     Leí algo sobre la… cómo dizque se llama esa vaina… superking, supercruel, supercool… algo así. Ah, Supercom. Me he reído a más no poder con tu abuelo, y ya sabes lo serio que es el viejo, pero últimamente le cuento noticias del Ecuador y se mata de la risa. En España las cosas van ahí ahí.
     El otro día le comenté que el gobierno se hace llamar la revolución ciudadana. A los tiempos que se carcajea. Luego le dije que el jefe tiene sabatina propia y que sus asambleístas todo le consienten y que sus jueces todo le dictan aprobado. Y que para variar, Contraloría, Procuraduría, Fiscalía, Consejo Electoral y hasta la defensoría del pueblo es del color del partido. Tiene que releer dos y tres veces para entender. Se coge de los pelos, agranda los ojos, se golpea la quijada. Hasta dormido dice: revolución ciudadana jajajajaja. Le causa un chiste ese proceso político. Casi me muero del susto la otra noche, no vas a creer que se levanta dormido, enciende el televisor y con el control hacía zapping como si fuera calculadora, mientras susurraba: sabatina, avanzamos patria, cuánta doble moral, prensa corrupta, somos más…
     Cómo le ha impresionado al pobre la revolución ciudadana. Dice que es de lo más dos por dos es cinco que ha visto. Y con eso de la Secom y su padrastro la Supercom, no te cuento. Afirma que ellos mismos señalan, apuntan, disparan y dan enterrando. O sea, son de una cursilería del tamaño de una funeraria de 35 puertas. Y hasta te contratan las lloronas, el cura y te convierten en ceniza. Nunca se equivocan, los idiotas y violentos y corruptos y fracasados son los otros. Ahora le toca el turno a Fundamedios y mañana sálvese quien pueda. Avanzamos medios del gobierno, otro eslogan entre líneas. O sea que solo se puede hacer política si tienes partido político, así más o menos.
     Pero lo más gracioso es cuando le enseñé quiénes son los duros de la Secom y la Supercom. Les vio en unos videos y no te miento, si hasta escupió en la tele, pero luego limpió nomás, dijo que no vaya ser que le quieran sancionar por manchar la cara de la pantalla de la imagen del rostro del cerebro que no tiene de las palabras que no dijo etc., etc., etc. Al oído le susurré que esos dos eran la crema innata de la intelectualidad del gobierno, lo más inteligente que ha parido la tierra de la mitad del mundo. Pero al oído nomás, no vaya ser que me pidan rectificación. Sí ha de ser de tomarles un examen de conocimientos y razonamiento lógico, por las dudas. Nunca se sabe, capaz y sí se han leído a Paulo Coello y a Condorito. De pronto y nos sorprenden.
     Lo bueno de todo esto es que el viejo se ha recuperado con todo lo que le cuento y luego lo que él constata. Ha vuelto a reír, a carajear, y eso es bueno. La otra noche nomás, no daba más de la risa cuando leyó lo del Secretario jurídico de la revolución somos más y del cura Arregui. En público le disparó que era un insolente recadero de la oligarquía, lo mismo que le decían a su ex jefe socialcristiano. Pero sí ese par son igualitos –me dijo-, solo que el uno tiene doblada la sotana debajo de la cama. Los dos son Opus Dei, el uno de corazón y el otro de ordene mi jefe y yo escribo. Ya sabes tu abuelo, lúcido como siempre. Que cómo así ese curita sigue vivo, si es el me pica aquí yo te rasco de toda la derecha, y no se diga el abogado de la revolución ciudadana, dándole consejos a su jefe como hacía con el otro jefe. Y tanto él como su jefe más opus no pueden ser, ahí está el tema del aborto, de te meto presa si te haces la que no quieres, de los cuerpos le pertenecen al Estado, de sean abstemios sino diosito se ha de enojar. Opus toditos esos. Te juro que luego que acabe el mandato al que sabemos y a su abogado les han de nombrar Obispo y sacristán respectivamente, o guardianes de la cuánta doble moral compañeritos.
     Lo que a tu abuelo le preocupa seriamente es que dicen que hay algunos intelectuales que todavía le creen y le siguen. “¿En verdad?, ¿pero dónde se ha visto intelectuales haciéndole la venia al poder, defendiendo a un señor tan prepotente y autoritario? ¿Será que tienen que alabar a lo que sea que se presente de izquierda porque sienten que ya no tienen de dónde agarrarse? ¿La crítica se les esfumó como una cajetilla de cigarros a cambio de tóma tu ministerio, vaya con su curul, brille de asesor, salga en la tele de Subsecretario? La propaganda les pegó fuerte, ahí donde su ideología se desviste en 35 tomos y a 10 años plazo. Así que están defendiendo el proceso, jajajajaja, el proce…. Jajajaja, la revolú….jajaja, avanzamos pa…jajaja. Buena, buena. Este sábado no me pierdo la famosa sabatina, mejor terapia de risa, ¡imposible! Y yamismo, te juro, yamismo exigen también derecho a la resistencia, capaces son”.
     Bueno, me despido querido nieto y no dejes de tenerme informada. Lo último que te voy a decir es que lo de tu jefe revolú ya es preocupante, me parece que no tiene nada que ver con la política, ahí el caso es clínico. Yo tengo dos buenos amigos expertos en esas complejas sombras del ser humano, si quieres se los puedo recomendar. Besos y abrazos, tu abuela.




jueves, 17 de septiembre de 2015

EN POCAS PALABRAS: Primera reunión de la ASAMBLEA NACIONAL POPULAR.



PRIMERA REUNIÓN DE

LA ASAMBLEA NACIONAL POPULAR

(Martes, 15 de septiembre de 2015.

Parque de El Arbolito. Quito.)



Por Xavier Silva Cárdenas



     
     Dieron las 2 de la  tarde.
    
     Ahí estaban. Al inicio, poc+s. Muy poc+s. Decenas de sillas brillaban por lo blancas y por lo vacías.
    
     Podía contarse a la gente con los dedos de ambas manos.

     ¡Parecía no pasar nada!

     Mis expectativas terminaron mordiendo ripio tras autoimponerme una representación macabra: imaginé al caudillo acomodándose satisfecho en su madriguera; con las uñas trituraba otra cucaracha mientras esbozaba esa clásica sonrisita ladeada. Desdicha de muchos, fortuna de pocos, pensé. ¡En tu delirio sabatinero, ya has de ir a decir que sólo estuvimos 4!, me dije.

     Pero el panorama fue cambiando. ¡En buena hora fue cambiando! L+s convocad+s empezaron a llegar... ¡Ay!... ¡Ese suspenso a la ecuatoriana me va a regalar un infarto!

     …Y unos, de a terno como para domingo,… y otras con sus anacos pulcros,… y el pañuelo rodeando la cabeza de la negra,… y l+s jovencit+s con su desparpajo,… y los clase media que se juntan,… y por ahí otros más desengañados,… y, ¡claro!,… l+s de la SENAIN con su aquí puse pero no aparece… En fin… ¡Comenzó la fiesta!... Lo desesperanzador del comienzo quedó para la anécdota. Pude calcular poco más de 150 gentes… ¡Suficientes para un calentamiento!

     Al cobijo de la tarde quiteña, o sea aguantando viento y sol veraniegos, se conformaron 6 mesas de trabajo que, en seguida, se ocuparon de lo suyo: 
1. Enmiendas constitucionales; 
2. Plataforma unitaria de lucha; 
3. Corrupción en el aparato estatal; 
4. Criminalización de la lucha social; 
5. Estado plurinacional, intercultural y multiétnico;
6. Crisis económica.

     Entre otras resoluciones importantes, l+s asambleístas populares destacaron que:
- En caso de que, en diciembre, resultaran ratificadas las “enmiendas” propuestas por el gobierno, la Asamblea Nacional Popular debe exigir el llamado inmediato a Consulta para que seamos tod+s l+s ecuatorian+s quienes decidamos en las urnas si se aprueba o no tal decisión;
- Debemos organizar Asambleas Populares en todo el país;
- Debemos sancionar el grave nivel de endeudamiento del Estado. Debemos exigir la investigación de todos los involucrados en la adquisición de la deuda externa de los últimos años, misma que da indicios de que el gobierno en funciones constituye una de las administraciones más corruptas que ha tenido este país;
- Debemos crear un comité de solidaridad con l+s apresad+s en las últimas jornadas para respaldar a sus familias en lo sicológico, económico y jurídico;
- Debemos concentrarnos en descolonizar la estructura del Estado para derribar el modelo capitalista y, tras un estudio profundo de nuestra realidad, promover la autodeterminación de los pueblos a partir de un modelo de vida comunitario;
- Debemos conseguir que la crisis sea pagada por los grupos poderosos que se han beneficiado con el modelo económico en auge. Debemos rechazar, por tanto, la implementación de todo tipo de impuestos para las clases populares y para la clase media.

     Con el goce del buen sabor de este abrebocas en el debate popular, cada cual retornó a su casa para seguir pensando y haciendo lo que debemos. Lo que debemos pensar y hacer por nuestra Tierra, por l+s nuestr+s y por nosotr+s mism+s. Lo que debemos cuando asumimos con responsabilidad nuestras palabras, que son otra forma de accionar; pero un accionar inconcluso sólo hasta cuando encarna, de veras, en la práctica cotidiana. Debemos desarrollar, por ejemplo, en ese devenir diario, nuestra capacidad para transformar las carencias en abundancias.

     En la realidad, el tan mentado debemos, jamás compuso la redacción original de esas resoluciones. Para tales casos, la costumbre siempre recurre al verbo transitivo (exigir, organizar, sancionar,…) sin ser antecedido por la conjugación del deber en primera persona del plural. En esta ocasión, el debemos es, solamente, parte de un aporte personal de quien firma este artículo.

     Pero quizá,… tal vez quizá,… ya vaya siendo hora de incluirlo en nuestras reuniones y proclamas para que lo acordado o lo resuelto se abrace a sujet+s determinad+s, y deje de andar vagabundeando a la buena del señor; y para que si, al final de cada jornada, hemos escurrido el bulto sin cumplir con lo que debemos, una factura de fuego inquiete nuestro sueño, y cuestione, minuto a minuto, la conciencia colectiva.




lunes, 14 de septiembre de 2015

VÍDEO: CUMBIA DE CLASE, 17S de 2014 . Vídeo para refrescar la memoria.



CUMBIA DE CLASE
17S de 2014


Por LA MÁQUINA-COMUNICACIONES


     A un año del 17S de 2014, imágenes para refrescar la memoria.




jueves, 10 de septiembre de 2015

MUNDO: El niño dormido que no se despertará llorando.


EL NIÑO DORMIDO QUE NO SE DESPERTARÁ LLORANDO


Por Santiago Alba Rico *
5-IX-2015


     La imagen de Aylan, el niño dormido que no se despertará llorando, proporciona a las izquierdas una buena ocasión para que nos mostremos regañones y acusatorios. Están los que justamente recuerdan el naufragio endémico en las costas de Europa y los 14.000 niños asesinados en Siria en los últimos años. Están los que justamente corresponsabilizan a nuestros gobiernos de las situaciones que se viven en los países de origen; y también los que, injustos e hipócritas, se vuelven tan fraudulentamente selectivos como aquellos a los que regañan y culpan a la OTAN (sic) de la violencia en Siria, olvidando que esos 14.000 niños fueron asesinados por el régimen de Bachar Al-Assad, responsable también del 90% de las muertes de civiles en el último año. Y están, por último, los que justamente se escandalizan o deprimen por la indiferencia crónica y la intensa sensiblería intermitente y denuncian el uso -y los efectos- de la imagen del niño Aylan definitivamente pacificado en una playa de Turquía.
     A Rousseau no le gustaba el teatro porque le irritaba emocionarse ante situaciones en las que no se puede intervenir. A Aristóteles, por el contrario, esta emoción le parecía ya una intervención, al menos sobre uno mismo. Lo malo de nuestra reacción ante la imagen de Aylan, el niño muerto en una playa turca, el niño dormido que no se despertará llorando, no es que sea enfermiza o insana; es moralmente razonable y emocionalmente ajustada al estímulo. ¡El problema es que no estamos en el teatro! El problema es que el mundo se ha convertido en un teatro frente al cual podemos intervenir “poéticamente” sobre nosotros mismos -para purificarnos- pero en el que no podemos intervenir materialmente para cambiarlo. Incluso los izquierdistas regañones y acusatorios apenas hacemos otra cosa que marcar conciencia -como otros paquete- en Facebook y Twitter. El mundo es un teatro no porque se nos presente en forma de imágenes manipuladas ni porque nuestras reacciones frente a ellas sean erróneas o impuras sino porque, como se irritaba Rousseau, lo que caracteriza al drama representado en un escenario -a un metro infranqueable de nuestras narices- es que no podemos intervenir en él. El mundo es un teatro porque, como en el teatro, nosotros somos meros espectadores. Cuando digo “nosotros” me refiero a todos -sirios normales y españoles normales-, cuyos papeles son en realidad intercambiables; me refiero a todos, sí, salvo al Pentágono y al Estado Islámico, por citar dos de las pocas fuerzas, casi todas perversas, que no se limitan a mirar.
     ¿De quién es la culpa? ¿A qué atribuir esta alternancia paralizadora de indiferencia crónica y sentimentalismo intermitente?
     A la estructura tecno-mercantil del mundo que impone un nihilismo espontáneo de la percepción y convierte el dolor ético en un placer alimenticio y casi sexual. Vale.
     A la natural indiferencia del hombre ante las largas distancias, donde ocurren cosas que nos afectan poco. Bueno.
     A la contradicción entre la afirmación de derechos y principios y la imposición de hecho de un mundo presidido sin escapatoria por jerarquías soberanas entre las Naciones-Estado, por el neocolonialismo y el intercambio desigual, por el despojo de recursos y el intervencionismo a pequeña y gran escala, por la defensa de intereses, en definitiva, que solapan la geopolítica y los privilegios de clase. Sin duda.
     A la voluntad concreta de los gobiernos capitalistas que explotan la estructura tecno-mercantil del mundo, la pereza humana para las largas distancias y el realismo geopolítico a fin de violar o sortear sus propios compromisos humanitarios y desplazar las responsabilidades hacia los más débiles o los más amenazados. Claro que sí.
     En todo caso no creo que debamos perder mucho tiempo en denunciar la reacción mayoritaria ante la imagen de Aylan, el niño dormido que no se despertará llorando, ni su consumo mediático. Al contrario. Es bueno, es esperanzador, que los seres humanos más perezosos, los más manipulados, los más privilegiados, nuestras clases medias trabajadas por el hedonismo de masas y tentadas por el racismo y la xenofobia, sigan reconociendo -a través de la pequeña rendija por la que se asoman al mundo- la diferencia “niño”. Lo malo no es nuestra emoción sino nuestra inacción. Ese sobresalto selectivo de sensibilidad selecciona bien, en realidad, su objeto.
     Nos puede parecer cabreante la indiferencia rutinaria ante la muerte de niños sin nombre y sin foto, ante los miles de náufragos en los últimos 20 años, ante el “genocidio estructural” en nuestras fronteras. Lo cierto es que una combinación de emergencia humanitaria, azar trágico y consumismo mediático nos ha entregado al niño Aylan, muerto en una playa de Turquía, y con él una oportunidad para deconstruir el sentido común xenófobo imperante: ese niño muerto, digamos, hará más difícil tratar mal a sus padres vivos.
     Vivimos en un mundo muy fantasioso en el que la imaginación, al contrario, ha quedado bloqueada o colapsada y con ella la posibilidad de las representaciones particulares de los vínculos entre cuerpos. Los niños concretos -los que vemos y reconocemos- son poderosísimos viveros de imaginación; los nuestros (que, no lo olvidemos, llegaron a casa como “extranjeros”) nos ayudan a reconocer a los “extranjeros” como nuestros. Seamos sinceros: en el mundo de hecho los humanos, por su sola condición humana, no tienen derechos; “derechos humanos” sólo los disfrutan los que poseen un pasaporte fuertemente “soberano”. Esto sirve para todos, salvo para los niños, extranjeros compartidos, humanos sin fronteras, cuya “diferencia” universal reconocemos todos por igual, madres de todos los sexos y de todas las naciones, con la única excepción de los fascistas.
     Ahora bien, no es lo mismo un xenófobo que un fascista. A los xenófobos y racistas hay que desarmarlos y educarlos, y Aylan puede servir a este propósito; a los fascistas hay que combatirlos y, desde luego, echarlos del gobierno. Es el caso, por ejemplo, de Viktor Orban, el primer ministro de Hungría, o de Peter Bucklitsch, diputado inglés del partido eurófobo UKIP, que ha escrito en un tuit: “El niño sirio estaba bien vestido y bien alimentado. Murió porque sus padres codiciaban una vida mejor en Europa. Son los costes de intentar colarse”. Como vemos, también tenemos en Europa, gobernando o con posibilidades de hacerlo, a nuestros propios “Estados Islámicos” europeos y cristianos.
     Pero recapitulemos. ¿Por qué no podemos hacer otra cosa que mirar? ¿Realmente no podemos hacer otra cosa que mirar?
     Están los principios y los derechos, recogidos en Cartas y Acuerdos que todos firman y todos incumplen. Según esos acuerdos, cualquier individuo del planeta tiene derecho a desplazarse con entera libertad sin tener que explicar sus motivos ni enseñar ninguna herida. La distinción entre turistas, emigrantes y refugiados es artificial e ilumina ya la desigual distribución culpable de riqueza, soberanía y protección a escala planetaria.
     Están después los hechos, resultado del capitalismo global, las pugnas geopolíticas y la desigualdad soberana entre Estados-Nación. Turistas, emigrantes y refugiados son hechos recíprocamente solicitados y discriminados por políticas estructurales -acompañadas de intervenciones económicas y militares- de las que los gobiernos europeos son en buena parte responsables.
     Están finalmente las voluntades: la de los gobiernos que trampean sus propias leyes para regatear derechos y formatear nuestra voluntad; y nuestra propia voluntad, atrapada en la pereza empática y el nihilismo mediático, pero todavía viva.
     ¿No se puede hacer nada más que mirar -o pasar al acto en algún “Estado Islámico”, musulmán, laico o cristiano?-. Digámoslo con claridad. No podemos conformarnos con menos que con el derecho universal al movimiento, el reconocimiento performativo de lo humano y el efectivo cumplimiento de las Cartas de Derechos, individuales y sociales. Ese debe ser el motor inmóvil de nuestros análisis y nuestras intervenciones. Se trata, sin embargo, de una larga batalla -al mismo tiempo contra la percepción nihilista y contra la “civilización” subyacente- que no ha hecho más que empezar y en la que no vamos ganando. Entre tanto, desde ese motor inmóvil del Derecho nombrado y malogrado hay que aceptar y transformar los hechos y las voluntades. Y cada crisis inmediata es de manera simultánea una urgencia, una oportunidad y una etapa. ¿Qué podemos hacer en este caso?
     Al menos tres cosas.
1. Exigir a nuestros gobiernos el cumplimiento y ampliación de las políticas de asilo. Como demuestran los datos, la aplicación de las cuotas de la UE por parte de España obligaría a asumir 802 refugiados en Madrid, 682 en Barcelona o 12 en Soria, cantidades muy alejadas de la imagen de “invasión” intencionadamente alimentada por nuestro ministro del Interior.
2. Pedir ayuda a Aylan, el niño dormido que no se despertará llorando, para desarmar la xenofobia y revertir la representación dominante de los extranjeros en general y de los emigrantes y refugiados en particular. La voluntad es también un hecho que hay que cambiar como condición de ulteriores cambios políticos. La fantasía -de la superioridad racial o nacional- sólo se combate con la imaginación.
3. No votar a políticos protofascistas o neoliberales. A los que piensan que votar es inútil hay que recordarles la iniciativa de los “ayuntamientos del cambio”, con Ada Colau y Manuela Carmena a la cabeza, iniciativa que cuestiona de hecho (con hechos contrarios) las cicateras y miserables políticas de asilo del Gobierno central al mismo tiempo que convierte la solidaridad -la reversión del imaginario xenófobo- en unhecho contagioso. La combinación de imaginación social y solidaridad institucional es, lo estamos viendo, potencialmente transformadora.

     Escribía hace poco que es muy difícil captar el momento -el punto sin retorno- de una civilización en decadencia, pero si tuviéramos que aventurar una imagen sería sin duda la de los náufragos en el mediterráneo, la de los refugiados en la alambrada húngara, la de Aylan ahora dormido para siempre en una playa. O Europa encuentra una respuesta democrática y de derecho a los que vienen a pedir ayuda -les reconoce, digamos, su humanidad al margen de los hechos- o sucumbirá a los “Estados Islámicos”, musulmanes, cristianos o laicos, de dentro y de fuera. Los humanos van a seguir viniendo y sólo podríamos evitarlo acelerando nuestra autodestrucción. No hay alternativa: hay que reafirmar los principios, reconstruir los hechos y reeducar las voluntades.
     Todo eso pasa, desde luego, por cambiar de gobiernos.

  
(*) Santiago Alba Rico. Filósofo y columnista. Su última obra publicada es Islamofobia. Nosotros, los otros, el miedo (Icaria, 2015).

Fuente:
http://www.cuartopoder.es/tribuna/2015/09/05/el-nino-dormido-que-no-se-despertara-llorando/7476

miércoles, 9 de septiembre de 2015

COYUNTURA: De la política como privilegio, a la política como posibilidad.


DE LA POLÍTICA COMO PRIVILEGIO, A LA POLÍTICA COMO POSIBILIDAD


Por Tomás Quevedo Ramírez


“Se ha dicho que el privilegio es
una dispensa para el que lo obtiene
y un desaliento para los demás. Si ello
es así, habrá que reconocer que los privilegios
son una triste invención”
Emmanuel Sieyes/Ensayo sobre los privilegios.





I

     Históricamente, la política ha sido considerada como el arte de gobernar, además de la discusión pública sobre el bien común. Sin embargo, durante los últimos años, el Ecuador atraviesa una profunda distorsión de este principio. El gobierno de Alianza País conocedor de la verdad y de la razón, ha convertido la política en patrimonio de su movimiento, reduciéndola a un principio técnico, de bonitas carreteras. Son ellos los portadores de la razón, de la representación popular, de la legalidad y de la legitimidad.
     Esto lo corroboran las declaraciones del presidente de la República, en la noche del 13 de Agosto de 2015 en la Plaza Grande, cuando dijo: “alguien me puede explicar contra qué se levantan, no tienen la legitimidad para hacerlo… y no han logrado absolutamente nada, cada vez son menos”. A esto hay que añadir las declaraciones del ex canciller de la República, Ricardo Patiño, quien respecto al Paro del Pueblo y Levantamiento Indígena señaló en un medio de comunicación: "los levantamientos indígenas de los 80s y 90s eran legítimos, porque tenían demandas que nunca habían sido atendidas. Las violentas protestas indígenas actuales no tienen razón de ser porque todas su necesidades ya están totalmente cubiertas por el gobierno."
     Tomando estas declaraciones como base de análisis queda claro que, para Alianza País, por fuera del gobierno no se pueden establecer canales de legitimidad política basada en la organización de base de los movimientos sociales. Así también, la política es, para ellos, una actividad exclusiva de aquellos que están dentro de la administración pública.
     Esto me remite a una de las definiciones clásicas de la política postulada por Aristóteles, quien sostenía que esta actividad era realizada por hombres libres e iguales, pero que sin embargo “la naturaleza […] ha creado a unos seres para mandar y a otros para obedecer” (Aristóteles, 1980: 10). Si coincidimos con Aristóteles, el gobierno se encarna como el único capaz de ejercer la política: se reserva la capacidad de mandar. Mientras el resto, ese gran otro llamado pueblo, tiene la obligación de obedecer. Dicho esto, tiene la razón señor Presidente, no hay motivos para protestar, movilizarnos, ni quejarnos pues en usted y en su movimiento descansa la política.


II

     En su mandato, Ecuador, un pequeño país enclavado en el corazón de los Andes, se convirtió en el lugar de realización de la Utopía. Es ‘el mundo feliz’. Los indígenas y campesinos acceden al crédito. Sus ingresos por venta de productos agrícolas son elevados y se respeta sus formas ancestrales de elaborarlos. Así también acceden a un excelente sistema de educación. Tienen caminos para sacar sus productos y además toda la asistencia técnica que necesitan. Incluso sus hijos son los primeros en ganar un cupo para la educación universitaria.
     Los jóvenes, en las ciudades, gozan del libre ingreso a la Universidad y de la educación gratuita. Cuando terminan sus estudios, un empleo estable les está esperando. Se respetan sus manifestaciones identitarias y culturales. Las mujeres gozan de sus derechos y la violencia es solo una cuestión aislada. Ellas deciden sobre sus cuerpos y gozan plenamente de su sexualidad. Los obreros tienen salarios dignos. La flexibilización laboral desapareció. Todos los empresarios respetan la dignidad de las y los trabajadores. Los jubilados están felices con sus pensiones y gozan de atención médica oportuna y de calidad.
     El Ecuador es el país de la perfección democrática. Todos y todas tomamos decisiones. Los poderes del Estado son independientes. El gobernante manda obedeciendo. La Asamblea Nacional es un lugar de amplio debate de ideas. En ella se consulta permanente. En ella se manifiesta la voluntad del pueblo, con leyes perfectas como la de Aguas, la de Tierras, la de Educación Superior, el proyecto de Código de Trabajo y las enmiendas constitucionales, además de un emancipador Código Penal.
     Si todo esto es verdad ¿porqué protestar?
     Será acaso porque más de 500 mil jóvenes quedan excluidos del Sistema de Educación Superior. Porque se está limitando la organización sindical. Porque se pone el agua y la tierra al servicio de los grandes grupos económicos del Ecuador, los actores principales del cambio de matriz productiva. O acaso porque los campesinos e indígenas están siendo desplazados de su territorio por las actividades agroindustriales y de monocultivo. O porque las mujeres aún sufren violencia física, patrimonial, emocional, psicológica y no han logrado desprenderse de la obligación patriarcal de ser madres.
     Cualquiera que sea la razón, señor Presidente, una movilización convocada por las organizaciones históricas de este país, como la CONAIE, el FUT o el Frente Popular, no puede ser deslegitimada por el simple hecho de que su gobierno, bajo una razón cínica, diga que ya no hay motivos para movilizarse y que el gobierno ha solucionado todas sus demandas. Si entendemos medianamente la democracia liberal, sabemos que esta es perfectible y no perfecta. Esto significa que las y los actores del perfeccionamiento democrático son las organizaciones sociales, que mediante sus movilizaciones establecen demandas para que el gobierno las analice y ejecute.
     Sin embargo, cuando el gobierno cierra las puertas a las demandas de las organizaciones e intenta un proceso de diálogo condicionado, sin duda, la acción de tomar las calles es legítima e incluso legal. La Constitución reconoce de forma clara el derecho a la resistencia, aunque usted, señor Presidente, diga que incluirlo fue un error ¿Es un error acaso, que una madre luche para que sus hijos puedan estudiar, respetando sus costumbres y aprendiendo que nuestro país es plurinacional? ¿Entonces los jóvenes no podemos reclamar para escoger nuestras carreras universitarias?
     Rousseau señalaba en El contrato social que “si el pueblo promete simplemente obedecer, se disuelve por este acto y pierde su calidad de pueblo; en el momento que hay un amo,  no hay ya soberano, y desde ese instante esta destruido el cuerpo político” (Rousseau, 2000: 38). Esto nos plantea, que frente a un gobierno que ha construido una democracia restringida y distorsionada, que destruye el cuerpo político, las organizaciones sociales, mediante su accionar lo reconstruyen. El pueblo ecuatoriano no ha jurado obediencia y es más, se ha declarado desde hace años en un proceso de resistencia permanente.


III

     Alejandro Moreano, siguiendo la idea de Severino Sharupi (dirigente de territorios de la CONAIE), señaló la necesidad imperante de construir una tercera fuerza; entendiendo que la primera y la segunda son el gobierno y la derecha. La idea es potente, pero habría que preguntarse ¿quiénes componen esa tercera fuerza? Debido a que algunos piensan que, para componerla, basta con ser anti-correísta y ante lo cual, no sería necesaria una posición político-ideológica, ni tampoco expresar el anhelo de transformación de la sociedad.
     La tercera fuerza que, a mi entender, estaría compuesta por las organizaciones de izquierda y por aquellxs ciudadanxs que tienen la posibilidad de imaginar un mundo diferente, debe cerrar la puerta a la derecha y a aquellas propuestas que miran en la movilización social una base político-electoral. La izquierda ha mostrado tener un síntoma de afirmación del caudillaje. Es decir, de esperar al cuadro iluminado que pueda convertirse en una promesa de cambio, a pesar de que luego de cierto tiempo sea traicionada. Basta con mencionar los ejemplos de Lucio Gutiérrez o del mismo Rafael Correa.
     Sería importante, empezar por crear un nuevo imaginario, donde la consigna “crear poder popular” no sea solo un grito de marchas, sino una forma real del ejercicio de la política de esta tercera fuerza. El poder popular, entendido como una forma de organización basada en principios y con profundo asidero en la auto-organización de la gente que, a la par que lucha y construye sus condiciones materiales de vida, pueda tener la posibilidad de debatir sobre los problemas del bien común. Quizá esta alternativa es mucho más utópica. Pero habría que preguntarse hasta dónde podemos llegar simplemente con la participación electoral, de la que no niego su importancia, pero sí su utilización como único mecanismo. Como sostenía el maestro Agustín Cueva:

La diferencia real se da más bien entre una tendencia que trata de congelar las aspiraciones de las masas en el nivel fijado por el democratismo burgués, y otra que no niega la democracia sino que busca la manera de elevarla hasta niveles revolucionarios. Para esta última, el problema no es obviamente el de la democracia a secas, ni el de la democracia como una esencia filosófica, sino el de cómo incorporar la mayor cantidad de democracia para el pueblo en el proceso de transformación radical de la realidad (Cueva, 2004: 212).

     La izquierda, en consecuencia, tiene el reto histórico de convertirse en una alternativa de cambio y transformación. Si somos fieles a los principios, no se trata de cambiar un gobierno para poner otro, ni de cambiar una constitución por otra: la motivación principal debería ser la transformación del sistema.
     Esta tercera fuerza, debe convertirse en la base de articulación de los sectores populares, de las organizaciones sociales y de aquellxs ciudadanxs que quieren un cambio que no sea sólo de forma. La tercera fuerza debe ser el eje desde el que se canalicen las demandas de los sectores sociales hacia una propuesta de poder popular.
     Nos encontramos en una profunda encrucijada ¿Cómo avanzar? ¿Cómo construir la tercera fuerza? ¿Cómo ser una alternativa de gobierno? Y ¿Cómo no ser utilizados nuevamente por el oportunismo de derecha o socialdemócrata? Es el momento de iniciar un diálogo nacional de las organizaciones populares, con el fin de definir objetivos, estrategias y sobre todo un proyecto de país diferente.




Bibliografía:

*Aristóteles (1980) La Política, Editorial Universo, Lima.
*Cueva, Agustín (2004) La Teoría Marxista, Ere, Quito.
*Rousseau, Jacques (2000) El Contrato Social, Libresa, Quito.
*Sieyes, Emmanuel (2008) Ensayo sobre los privilegios, Alianza Editorial, Madrid.