ENTREVISTA CON RUMI YUMBAY, DIRIGENTE DE LA JUVENTUD
CONAIE
SOBRE LA EDUCACIÓN
INTERCULTURAL BILINGÜE
Por Santiago González
Perfil.
Rumi Yumbay nace en la Federación de Organizaciones Campesinas
Indígenas de Bolívar (FECAB BRUNARI), zonal Inti Churi, comunidad Llama Corral.
Se cría en el campo, cultivando la tierra en la chacra de sus padres. La
experiencia de sus viejos fue factor importante para vincularse a la
Organización, para disponer su tiempo-vida y garantizar la continuidad del proceso. Hoy estudia Derecho
y es dirigente de juventudes de la CONAIE, y como tal cree importante la
formación de cuadros políticos que sostengan el legado e ideología del
Movimiento Indígena.
Rumi Yumbay: “Que
se reproduzca la idea de entender el conocimiento como algo para la colectividad”
Introducción
al tema
Parte de la plataforma de exigencias del Movimiento
Indígena ha sido el tema del derecho a la educación. Lo fue antes y durante los
90. Lo es ahora. La propuesta esencial subyacente en la educación intercultural
bilingüe parecería truncada. La educación en escuelas y colegios de las
comunidades es precaria. Miles de bachilleres provenientes de estas
instituciones no ingresan a la universidad. Los que lo logran, estudian en
circunstancias deplorables, antiacadémicas, sin las condiciones mínimas para
ser estudiantes “excelentes” y de “calidad”, términos repetidos hasta el
cansancio por la instancia gubernamental al referirse al proyecto de educación
del actual régimen.
Para
que se entienda, ¿Cuál era el propósito de luchar por un sistema educativo
intercultural bilingüe?
Lo que exigíamos en los 90 era que se de paso a una
educación basada en nuestras tradiciones y costumbres, que ayude a fortalecer
la vinculación de la educación con los procesos organizativos. Era una
propuesta liberadora, una visión totalmente distinta de entender la vida, la
realidad; no como enseñan a entender en la educación formal que ve en los
estudiantes una potencial fuerza de trabajo, de estudiar para después trabajar
al servicio de los intereses empresariales. Entonces, en un primer momento, la
educación intercultural bilingüe, tenía el propósito de llevar una propuesta
alternativa al mundo capitalista. Una propuesta integradora donde predominen
valores que se forjan en la comunidad, como la solidaridad, la reciprocidad, la
ayuda mutua, el compañerismo. Valores que en las comunidades se manifiestan en
lo cotidiano, en actos simples, como el ofrecer ayuda a un compañero, en no
verlo como un rival con el que tienes que competir, entendiendo la comunidad
como el centro de la organización, sin esta uno aprende a vivir de una manera egoísta
e individual.
Finalmente
hubo educación intercultural, pero ¿qué continuó pasando con el acceso a las
universidades?
El tema del acceso a la educación siempre ha sido excluyente.
No podemos decir que es igualitario, siempre ha sido un privilegio estudiar,
esto hoy se evidencia mucho más. La restricción se ha ido agudizando, se han
puesto más barreras, más trabas. Con la política gubernamental hay menos
posibilidades de ingresar a la educación superior, con un sistema que te
designa qué carrera estudiar, un sistema que te dice para qué estás apto bajo
sus parámetros.
Si
consigues ingresar, ¿Cómo encuentras la educación superior que desde el
Gobierno se la califica de “excelente” y de “calidad”?
No se puede hablar de una educación de excelencia cuando
te ves obligado a estudiar una carrera que no quieres, cuando te ves obligado a
abandonar tu provincia, hay un desequilibrio cultural, te desvinculas de la
familia, de la organización. Ir lejos mismo ya es una condición adversa, el
esfuerzo de encontrar una vivienda, vivir solos. Para los indígenas que no
tenemos una situación económica estable, con lo que produce el campo es más
difícil aun que se cumpla el papel de estudiante. El Gobierno invierte en una
Universidad para 300 estudiantes millones de dólares mientras las universidades
públicas han sido desatendidas, incluso dejando de recibir sus presupuestos.
Simplemente se está elitizando la educación. Además, la educación en las
universidades, entre los estudiantes, se ha reducido a cumplir solamente con un
horario, requisito para un título. No hay esa parte mucho más profunda de ser
estudiante, con una mínima intención de entender la situación política,
económica de nuestro país. Mientras menos enterado estés de lo que está pasando
en el país, no tienes una posición frente a las decisiones y discusiones
nacionales.
¿Una
Academia crítica dices, que aterrice en los problemas reales de la sociedad?
Uno ha tenido la visión de que la universidad sea un
espacio que ayude a fortalecer el conocimiento científico, que en la universidad
se den espacios de discusión sobre temas concretos de la realidad. Es
importante que los estudiantes, futuros profesionales, asuman el servicio a la
sociedad, no como una obligación, sino por un sentimiento, por su iniciativa.
Sería importante que se reproduzca esta idea de entender el conocimiento como
algo para la colectividad no para una sola persona. Un Ing. Agrónomo que ayude
a sostener un modelo de economía que no se base en una producción con químicos,
para no estar firmando TLC con otros países, eso es acabar con la economía
comunitaria y nacional. Ese tipo de vínculos entre los estudiantes
profesionales y la comunidad es importante, esto debería ser un compromiso, no
una obligación, para ir cambiando de verdad la educación. Para utilizar este
instrumento que es la educación y transformar la sociedad, que la educación no
sirva para sostener la ideología de quienes tienen el poder, de un gobierno, más
bien, desde allí, pensar en una
propuesta emancipadora de los sectores empobrecidos, de los trabajadores del
campo y la ciudad.
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