El pueblo unido jamás será vencido
LA CANCIÓN TRAICIONADA
(1ª parte)
Por Xavier Silva Cárdenas[i]
1. INTRODUCCIÓN
2. LA CANCIÓN, LO QUE DICE Y EL CONTEXTO DE SU
CREACIÓN
3. LA DIFUSIÓN
4. LA TRAICIÓN
5. CONCLUSIONES NECESARIAS
“Yo no canto por cantar ni por tener buena voz,
canto porque la guitarra tiene sentido y razón.”
Extracto de la canción Manifiesto, de Víctor Jara.
1.
INTRODUCCIÓN
Una canción es mucho más que lo que recibimos
de ella en primera escucha. Una canción es una obra de arte compuesta por texto
y por música que, entrelazados, persiguen el objetivo de conmover al ser humano
narrando uno o varios temas definidos. Una canción es, por tanto, un producto
cultural que refleja los estados de ánimo, los pensamientos, los
acontecimientos o las condiciones materiales que generan y que enfrentan l+s
individu+s y las sociedades.
Cualquier
canción comprende un discurso, es decir, viene cargada de contenidos y, en
consecuencia, transporta ideología. En su letra y en su música una canción revela
el ejercicio de abstracción realizado por su autor o por su autora a partir de su
práctica personal de la vida, hecho que, obligatoriamente, nutre una manera
particular de concebir el universo y el desarrollo social. Incluso cuando las
canciones no son entonadas por quienes las crearon, sino por l+s llamad+s intérpretes, informan acerca de la
adhesión de ést+s a esos determinados modos de ver, sentir, analizar y
musicalizar la cotidianidad.
En uno
de los mejores casos, una canción comunica principios morales, éticos o
estéticos; contribuye a orientar a las personas y a dotarlas de crecimiento
espiritual, de ciencia y de conciencia; entraña elementos que las motivan a
transformar el mundo. Una
canción puede divertir y, al mismo tiempo, formar: si no puedo bailar, tu revolución no me interesa, decía Emma
Goldman.
También podemos
encontrar canciones que no cumplen más que la misión de promover el sostenimiento
y la reproducción del orden social establecido; canciones que guardan como
objetivo principal el distraer, y que
poco o nada inciden en el cuestionamiento del ser humano tal cual existe en la
actualidad. Y, así mismo, existen canciones que lo que mejor consiguen es enajenar
y devaluar directamente nuestra condición como especie.
Lo cierto es que, considerando
la diversidad de gustos construidos socialmente y las múltiples formas de
entender el mundo, una canción puede llegar a interpretar y a mostrar aspectos
sustanciales de la memoria emocional e histórica de cualquier individu+ o de
cualquier grupo social, así como puede evidenciar sus maneras de practicar la
vida.
En suma, la canción y el canto son formas sonoras de comunicación
y de expresión humanas que integran puentes destinados a enlazar lo que vivimos
con lo que pensamos e imaginamos, y fortalecen la transmisión de lo que fuimos,
de lo que somos o de lo que proyectamos ser. Una canción se totaliza como
testimonio de vida, se constituye como prueba de coherencia existencial conforme
a cualquier modo de concebir el universo; una canción transparenta una síntesis
de la conexión dialéctica entre la filosofía y la política, entre el decir y el
hacer, entre la realidad y el sueño, y viceversa.
En
este espacio proponemos reflexionar sobre los significados que encierra un tema musical
específico que permanece grabado en la mente y en el corazón de las últimas generaciones
comprometidas con la transformación política de la sociedad, debido a su
trascendencia como uno de los ejemplos más destacados de la canción popular, y
a que logra comunicar la situación real y las aspiraciones del pueblo.
Una reflexión alrededor de El pueblo unido jamás será vencido (1973)
nos exige partir del contexto de su creación, así como desde el punto de vista del
ser humano explotado, de sus necesidades, de sus conflictos y de las
proyecciones hacia su emancipación del sistema capitalista que lo asfixia, que
lo asesina; motivos suficientes para ser riguros+s al hurgar en la verificación
de coherencia entre los orígenes de dicha canción, su difusión, sus usos y una de
sus formas de consumo en la actualidad.
En el Ecuador de los últimos ocho
años, el programa político de la autodenominada Revolución Ciudadana (R.C.) se aprovechó, con mucha habilidad, de varios
símbolos de la izquierda latinoamericana elaborados a pulso por una militancia que
entregó su vida durante décadas, para terminar vaciándolos de sus contenidos emancipadores
originales; todo para vender como verdadero, el espejismo de una “reinvención
del quehacer político” a partir de su “nuevo tipo de gobierno” basado en el
eclecticismo de una “concepción del mundo actualizada más cierta y más científica”
que la fundacional de la izquierda marxista, con el objetivo de distanciar al
pueblo de su única alternativa des-esclavizadora: la abolición del sistema
burgués de producción a través de la vía revolucionaria. Al fin, de esos
símbolos, hoy sólo queda, tras cada “oleada de manos limpias y corazones
ardientes”, el empaque sucio, arrugado y maltrecho de cualquier cosa que se usa
para la ocasión.
En ese camino, y de la manera
más cínica, se instrumentalizaron varias canciones, así como algun+s trovador+s
y juglares representantes del movimiento de La Nueva Canción Latinoamericana. Pero
ell+s otorgaron su permiso, su aprobación, y hasta efectivizaron su participación
directa en dicho proceso; esto queda claro, de modo que, muy a nuestro pesar, en
esa esquina no existen inocentes.
La canción El pueblo unido jamás será vencido, junto al grupo chileno
Quilapayún, constituyen una de las expresiones más vivas de este fenómeno. El
último 1º de Mayo, en la Plaza de Santo Domingo de la capital ecuatoriana, el
final de la intervención del primer mandatario fue sellado por cañonazos de
papel multicolor picado y la irrupción de los Quila entonando el tema en
cuestión. Había un ambiente ostentoso, el público propicio (buena parte llevado
desde provincias en decenas de buses), tarima para concierto, amplificación
impresionante, pantallas gigantes; todo el despliegue humano y técnico para
cumplir con los requerimientos del espectáculo propagandístico de la política
gubernamental.
¿Hasta dónde puede llegar la
desvergüenza de quienes dicen pero no hacen? ¿Dónde se extravió el bicho
caprichoso de la coherencia? ¿Qué caminos creativos críticos nos quedan en
medio de la avalancha del eclecticismo político? Las respuestas y
justificaciones a favor del correismo están a la orden del día. Nosotr+s, en principio, sostenemos que, en
el escenario político ecuatoriano, el gobierno de Alianza PAIS emprendió una
arremetida falsaria totalmente funcional al sistema capitalista en contra de
las raíces de la práctica y del pensamiento críticos desvirtuando los
contenidos revolucionarios de todo lo que ha tocado, y que, así como a otros símbolos
de la izquierda, productos culturales y un sinnúmero de canciones populares, convirtió
a El pueblo unido jamás será vencido en una mercancía más, en una
canción traicionada.
2. LA
CANCIÓN, LO QUE DICE Y EL CONTEXTO DE SU
CREACIÓN
El pueblo unido jamás será vencido
Letra: Sergio Ortega / Quilapayún.
Música: Sergio Ortega.
El pueblo unido jamás será vencido.
El pueblo unido jamás será vencido.
De pie, cantar, que vamos a triunfar.
Avanzan ya banderas de unidad.
Y tú vendrás marchando junto a mí
y así verás tu canto y tu bandera florecer.
La luz de un rojo amanecer
anuncia ya la vida que vendrá.
De pie, luchar, el pueblo va a triunfar.
Será mejor la vida que vendrá
a conquistar nuestra felicidad
y en un clamor mil voces de combate se alzarán,
dirán canción de libertad,
De pie, cantar, que vamos a triunfar.
Avanzan ya banderas de unidad.
Y tú vendrás marchando junto a mí
y así verás tu canto y tu bandera florecer.
La luz de un rojo amanecer
anuncia ya la vida que vendrá.
De pie, luchar, el pueblo va a triunfar.
Será mejor la vida que vendrá
a conquistar nuestra felicidad
y en un clamor mil voces de combate se alzarán,
dirán canción de libertad,
con decisión la
patria vencerá.
Y ahora el pueblo que se alza en la lucha
con voz de gigante, gritando: ¡adelante!
El pueblo unido jamás será vencido.
El pueblo unido jamás será vencido.
La patria está forjando la unidad.
De norte a sur se movilizará
desde el salar ardiente y mineral
al bosque austral, unidos en la lucha
Y ahora el pueblo que se alza en la lucha
con voz de gigante, gritando: ¡adelante!
El pueblo unido jamás será vencido.
El pueblo unido jamás será vencido.
La patria está forjando la unidad.
De norte a sur se movilizará
desde el salar ardiente y mineral
al bosque austral, unidos en la lucha
y el trabajo irán,
la patria cubrirán.
Su paso ya anuncia el porvenir.
De pie, cantar, el pueblo va a triunfar.
Millones ya, imponen la verdad,
Su paso ya anuncia el porvenir.
De pie, cantar, el pueblo va a triunfar.
Millones ya, imponen la verdad,
de acero son, ardiente batallón,
sus manos van llevando la justicia y la razón.
Mujer, con fuego y con valor,
ya estás aquí, junto al trabajador.
Y ahora el pueblo que se alza en la lucha
con voz de gigante, gritando: ¡adelante!
El pueblo unido jamás será vencido.
Mujer, con fuego y con valor,
ya estás aquí, junto al trabajador.
Y ahora el pueblo que se alza en la lucha
con voz de gigante, gritando: ¡adelante!
El pueblo unido jamás será vencido.
El pueblo unido jamás será vencido.
Desde la comprensión de lo esencial de uno de los valores
fundamentales que vitalizan los cimientos de la especie humana, es decir, desde
el reconocimiento de su ser social, una voz
colectiva, consciente, revela y canta su sentencia: ¡El pueblo unido jamás será vencido! Esta recuerda los últimos
párrafos del Manifiesto del Partido Comunista[ii]
que finalizan con una frase que estaría destinada a convertirse en el lema
máximo de la revolución mundial: ¡Proletarios
de todos los países, uníos! Aquí, como en el primer verso de la canción, se
graba a fuego en la memoria y en el corazón la necesidad de fusión de tod+s l+s
integrantes de las mayorías explotadas para multiplicar y afianzar la fuerza
que asegurará la consecución total de sus objetivos materiales y espirituales:
la socialización de la riqueza y la dignificación humana.
...continuará en publicación del lunes 13 de julio.
[i]
Actor teatral, poeta, narrador oral, obrero, trovador popular, promotor de proyectos y eventos culturales.
[ii] “Resumiendo: los
comunistas apoyan en todas partes, como se ve, cuantos movimientos
revolucionarios se planteen contra el régimen social y político imperante.
En
todos estos movimientos, la cuestión fundamental que verdaderamente se
dilucida, es el régimen de posesión de la propiedad, cualesquiera que sean las
formas más o menos progresistas y avanzadas que revista.
Finalmente, los comunistas trabajan por llegar a la unión y el
entendimiento, de los partidos democráticos de todos los países. Los
comunistas, no tienen por qué guardar encubiertas sus ideas e intenciones.
Abiertamente declaran, que sus objetivos sólo pueden alcanzarse, derrocando por
la violencia todo el orden social existente.
Tiemblen si quieren las clases gobernantes,
ante la perspectiva de una revolución comunista. Con ella, los proletarios no
tienen nada que perder, sino sus cadenas. Por el contrario, tienen todo un
mundo entero que ganar.
¡Proletarios de todos los países, uníos!”
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